Empezaba el puente con poco planes, pero en cosa de dos horas teníamos la semana al completo. Ente ello una visita a Toledo; la ciudad conocida como la de las tres culturas. Esto se debe, al hecho de haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y árabes, así como por "La ciudad Imperial", por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I de España en los reinos hispánicos. La ciudad está situada en la margen derecha del Tajo. Cuenta con numerosos lugares de interés y fue declarada Conjunto Histórico-artístico en 1940, posteriormente la UNESCO le concedió el título de Patrimonio de la Humanidad en 1987.
Está situada en una colina, por lo que pasamos todo el día cuesta para arriba y para abajo, al final del día estábamos agotados, y más después del chaparrón que nos calló. Tanto es así que tras encharcarseme los pies tuve que ir en busca de una zapatería. Lo único que conseguí es ponerme unos guantes por calcetines y unas bolsas de plástico en los pies para no calarme (más) y no ir chapoteando. Si habéis leído bien unos guantes; ¡basta de risitas! jeje.
Por la noche estuvimos andando por las calles iluminadas. La verdad que tenía encanto: Una ciudad medieval con luces navideñas.
Todo ello sin perdonar una parada para comprar los típicos mazapanes. Que deciros de lo rico que estaban, que ya se han acabado, han durado menos de una semana en el armario, no es que hubiese muchos, pero ya forman parte de nuestros michelines navideños.
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